Desde el Municipio de Victoria alertan que la situación es preocupante, ya que no se esperan grandes mejoras en los caudales para los próximos meses. La bajante del río no solo afecta la navegación y las actividades económicas de la región, sino que también pone en riesgo la provisión de agua potable. El municipio de Victoria ha solicitado maquinarias y financiamiento para realizar las obras de dragado en las bocas de ingreso como medida de carácter urgente para garantizar el suministro de agua.
La comunidad local y las autoridades están en alerta, buscando soluciones a corto y largo plazo para mitigar los efectos de esta bajante histórica. La situación del río Paraná es un recordatorio de la importancia de gestionar de manera sostenible nuestros recursos hídricos y de estar preparados para enfrentar desafíos ambientales cada vez más frecuentes.






























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